el blog de reseñas de Andrés Accorsi

viernes, 22 de julio de 2011

22/ 07: DOOM PATROL Vol.2


Hora de retomar esta interesante serie, que sigue rara, pero bastante atractiva. Lo único que se le podría criticar es que uno esperaba que el guionista Keith Giffen acelerara un poco, y que empezaran a pasar más cosas. Y pasan más cosas que en el Vol.1, pero tampoco la pavada.
El resto es muy raro, pero está muy bien. Giffen parte de una base muy piola: dos tipos (Cliff y Larry), con muchos años de aventuras a sus espaldas, que ya tomaron conciencia de que casi todo lo que les va a pasar es horrible. Aprendieron a convivir con la tragedia, con la bizarreada, con la incomprensión, con los kilombos al filo de la realidad y hasta con Niles Caulder, que además de más viejo está cada vez más intratable. Pero Cliff y Larry se la bancan, porque aprendieron a afrontar todo eso con una mezcla de humor y cinismo, y los diálogos entre ellos son lo más copado que tiene esta Doom Patrol. Ahí Giffen pone toda la carne al asador y logra resultados mínimamente por debajo de las genialidades que escribía junto a J.M. DeMatteis en la mejor época de la Justice League. Los diálogos, además de muy, muy abundantes, son filosos, llenos de one-liners brillantes, de chistes zarpados y de retruques devastadores. No sólo los de Cliff y Larry: el Jefe también tiene momentos notables, sobre todo cuando le toca rosquear con la presidenta de la isla-nación donde tiene su cuartel la Doom Patrol.
Y la estructura de las historias es rara, no en el sentido de confusa, sino porque pasan cosas extrañas y de modo medio caprichoso. Las tramas tienen giros imprevistos, se activan y descativan, disparan para donde parecía que no se podía ir, o se resuelven de forma medio rebuscada. A años luz de lo que hizo Grant Morrison, lo de Giffen es bastante vanguardista, bastante arriesgado, porque se caga una y otra vez en un montón de convenciones del género superheroico. De hecho, en este tomo reaparecen tres personajes gloriosos de la Era Morrison: Crazy Jane, Danny the Street y Mr. Nobody, en una sucesión de peripecias que involucran también a villanos clásicos y nuevos y a dos personajes a los que Giffen conoce bien: Oberon (el eterno sidekick de la Liga y los New Gods) y el limadísimo Ambush Bug. Por supuesto, acá no puede usar al Bug en todo su potencial, porque no puede meter chistes acerca de la industria del comic, los dibujantes, los guionistas y demás recursos que hicieron de ese bicho subnormal uno de los mejores inventos de los ´80, junto a la internet y el reproductor de CDs.
De todos modos, el mejor episodio del tomo es el último, que es sin dudas el más convencional, el que menos trata de separarse del clásico esquema del comic de superhéroes. Esta vez el protagonismo es para Rita Farr y acá Giffen se juega a explicar detalladamente el truculento proceso por el cual el Jefe logró volverla a la vida tras su muerte en la isla de Codsville. Y además le pega un nuevo giro a la relación entre Rita y Steve Dayton bastante perturbador.
Por el lado del dibujo, la mayoría de las páginas están a cargo de Matthew Clark, a quien de a poquito estoy empezando a tolerar, aunque se le nota demasiado la escuela noventosa de WildStorm y Top Cow. Cuando trata de parecerse a Chris Bachalo es cuando mejor le va. Y cuando no dibuja Clark, preparate, porque se vienen pesadillas lovecraftianas. Dibujantes chotos, sin onda, que imitan mal a Mike McKone, un desastre. La faz narrativa está cuidada, porque generalmente Giffen les entrega a sus dibujantes las páginas ya plantadas, con la secuencia ya establecida en las viñetas. Pero el resultado final es visualmente desparejo, porque Clark sigue lejos de ser un grosso, sus reemplazantes son impresentables y el entintador John Livesay se va al carajo con su habitual sobrecarga de detalles (en trajes, fondos, pelos, etc.) y entinta a todos los dibujantes como si fueran David Finch. Por suerte no lo son, pero bueno, ese estilo de “sobredibujo” cada día me copa menos y tengo la sensación de que los lápices de Clark, entintados de otra forma, se verían más power.
Quiero creer que el próximo tomo va a recopilar los nueve episodios que faltan para llegar al final de la serie. Y tengo mucha curiosidad por saber cómo va a resolver Giffen algunos de los conflictos principales, esas supra-tramas que avanzan por atrás (o por arriba) de las tramas centrales de cada arco. En el nuevo DCU que debuta en Septiembre no hay lugar para la Doom Patrol, así que si vuelve más adelante, lo más probable es que empiece de cero y todo esto sea barrido bajo la alfombra. Lo cual le da al autor la maravillosa posibilidad de irse bien a la mierda y cerrar la saga (y la revista) a lo grande, o (Sabina dixit) “con clase y categoría, como un Number One”.

4 comentarios:

Carlos dijo...

La Doom Patrol de Giffen, R.E.B.E.L.S., Batman inc. y Booster Gold, están entre mis series favoritas de los últimos tres años. Lástima que todas, salvo BG, fueron o van a ser canceladas.

Reznor dijo...

Que te parecio Andres la doom patrol de john arcudi y tan eng huat? Por donde van los tiros?

Andres Accorsi dijo...

Uh, mi favorita!
Bueno, no... Mi favorita es la de Morrison. Pero la de Arcudi es excelente, no tiene desperdicio. Son 15 números, nomás, pero difíciles de conseguir y sin recopilatorios.

D.L. dijo...

el tema con ambush bug es que giffen hacia el final de la serie lo empieza a usar en la primera página para hacer la recopilación de hechos al estilo de los que se hacía en marvel a principio de siglo y ahí si empieza a tirar palos y mensajes metatextuales ... (siempre teniendo en cuenta que keith es amigote de didio claro):