el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 30 de mayo de 2012

30/ 05: CONTRARRELOJ

Alejo Valdearena y Pier Brito hicieron esta historieta para subirla a un blog, sin ver un mango, para cagarse de risa con sus amigos y seguidores. Y tuvieron suerte, porque al toque apareció una editorial española (Glénat, hoy rebautizada EDT) que la recopiló en un hermoso librito, para los que nos da fiaca entrar todas las semanas a un blog a leer fetas de historieta. Los localismos argentos fueron reemplazados por localismos españoles, pero hay algunas “aldeas galas” que resistieron la colonización: la historia transcurre en un lugar donde en Diciembre hace calor, hay supermercados chinos y Back to the Future se conoce como “Volver al Futuro” y no como “Regreso al Futuro”. Obviamente, en España no es. Entonces, aunque los personajes hablen de tú y digan “coño” y “polla”, la argentinidad profunda se hace sentir en Contrarreloj.
Valdearena propone una de sus especialidades, la comedia costumbrista con jóvenes loosers y alzados, pero con un twist muy rendidor: un elemento fantástico, un Fiat 600 hecho mierda que, como aquel inolvidable DeLorean, le permite a Crono (nuestro “héroe”) volver una y otra vez a tratar de enmendar las cagadas que –por obra u omisión- se mandó aquella tarde en la que tuvo regalada a Cecilia Suave y no se la transó por boludo. Es una especie de versión más geek de Dejala Correr, esa peli con Nicolás Cabré, Julieta Díaz y Fabián Vena, en la que Cabré volvía el tiempo atrás para corregir todo lo que le salía mal en su plan para voltearse a Julieta. En la peli creo que nadie llega a acostarse con nadie, pero acá sí, hay un garche, borracheras, bombachas y videojuegos.
Pero además hay varias secuencias muy cómicas ambientadas en el presente y otro flashback, a la infancia de Crono y Gómez, su primo el nerd, el genio que inventó la forma de volver atrás en el tiempo (sin condensador de flujo) y hasta creó un robot hinchapelotas adicto a la Coca-Cola (me sentí identificado con JARVIS, lo admito). Y al final, a modo de epílogo, una especie de final alternativo, un What If... muy ingenioso. En conjunto, Contrarreloj no llega a ser una obra maestra de Alejo, pero aún así tiene una premisa muy ganchera, muy buen ritmo, muchos buenos momentos, muchos diálogos y situaciones de alto impacto y asombrosa comicidad.
Pier Brito, radicado hace varios años en Holanda, es un dibujante al que la mayoría de los lectores argentos le perdieron el rastro hace más deuna década, probablemente desde que se fue al descenso Ultra, la antología en la que dibujaba Convergencia. La evolución de Pier entre aquellos trabajos y Contrarreloj es muy, muy notoria. En principio, porque hoy está canchero en varios estilos, a falta de uno. El que más usa en esta obra es su estilo más realista, una mezcla entre Eduardo Risso y Katsuhiro Otomo, con mucha expresividad en las caras y mucho laburo en los fondos, la ropa, los peinados, etc. Además maneja muy bien los efectos digitales, como esa textura de revista antigua que le imprime a las secuencias que transcurren en el pasado y que quedan buenísimas. Y además, en algunas secuencias pela otro estilo totalmente distinto, más sintético, más cercano al humor gráfico o la ilustración infantil, también muy bien complementado con buenos efectos de Photoshop.
Contrarreloj no te cambia la vida ni mucho menos, pero está muy bien para cagarse de risa un rato, para prestársela a gente que habitualmente no lee historietas y para redescubrir a un Pier Brito mucho más afianzado, versátil y completo que el de sus historietas publicadas en Argentina a fines de los ´90. Y hablando de publicar en Argentina, no estaría nada mal una edición local de Contrarreloj, sin los “coño” y “polla” y con los diálogos 100% argentos, como seguramente los pensó Alejo. Esto es pochoclo, sí, pero del bueno.

6 comentarios:

Jora dijo...

¿Sigue existiendo ese blog en el que supuestamente se publica 100% argento?

Andres Accorsi dijo...

Es el sitio web de 4 Segundos.

Anónimo dijo...

Hola Andrés,

Quería saber si el libro se consigue importado acá (dónde?) o si lo hiciste traer.

Gracias!

Nico

Andres Accorsi dijo...

Ni idea, Nico. A mí me lo regaló un amigo, no le pregunté cómo lo consiguió.

José A. García dijo...

Cierto, si no aparece una mina en bolas, o por lo menos una tanga, no es historieta argentina. Por lo que contás del guión, también se parece a la película 'El día de la Marmota', con la diferencia de que ahí no se explicaba por qué se daba todo. Y no aparecía nadie en tanga.

Saludos

J.

Idelista dijo...

La peli esa, era una remake de una peli gallega que ahora no recuerdo!