el blog de reseñas de Andrés Accorsi

viernes, 27 de septiembre de 2013

27/ 09: iZOMBIE Vol.4

Se termina otra serie que vimos acá en el blog desde el principio, la enésima propuesta de Vertigo que arrancó muy arriba y terminó cancelada prematuramente, con menos de 30 episodios publicados. De todos modos, Chris Roberson la pilotea con muchísima clase para cerrar absolutamente todos los plots abiertos en los tomos anteriores, tarea nada fácil porque esta era una serie con un elenco riquísimo, muy variado y muy complejo, y con el juego muy bien repartido entre Gwen (la protagonista) y todo el plantel de secundarios.
Este último tomo es larguísimo, trae 10 episodios de los 28 que duró iZombie, y casi no tiene desperdicio. Digo “casi” porque hay un unitario centrado en el pasado de la agente Kennedy (la jefa de los Dead Presidents) que en otro contexto hubiese estado bueno, pero puesto ahí, en la antesala del último arco argumental, pierde un poquito de sentido. Y lo dibuja Jim Rugg, habitué de muchas antologías reseñadas en el blog, que a pesar de ser bueno, empalidece frente a los otros dos dibujantes que participan de este tomo, a los que voy a nombrar después.
Larguísimo y todo, el último recopilatorio se hace llevadero por lo que decía antes: pasan miles de cosas, porque Roberson necesita cerrar miles de puntas que tenía abiertas. El final es grandilocuente, apocalíptico, a una escala inmensa y si bien no te voy a contar cómo termina, tengo que destacar, por un lado, los huevos del guionista para pegarle un último (y genial) giro a Gwen, y por el otro, la sabia decisión de terminar con la farsa de que todo este festival de los freaks y las criaturas sobrenaturales no trasciende nunca fuera de Eugene, Oregon. Lo que pasa al final es tan heavy, que el mundo entero se entera de lo que vivieron nuestros héroes (y villanos) en este pueblito y de pronto es imposible no blanquear la existencia de zombies, fantasmas, vampiros, criaturas tipo Frankenstein y demás fauna crepuscular con la que Roberson pobló (con muchísima onda) las páginas de iZombie.
Decía antes que el guionista logra, en estos 10 episodios finales, cerrar todos los plots pergeñados en los tomos anteriores. ¿Y los cierra a todos igual de bien? No, ¿para qué te voy a mentir? En el maremagnum vertiginoso del apocalipsis que se viene, hay algunas líneas argumentales a las que Roberson no les da toda la bola que uno quisiera, personajes que no se disuelven entre los decorados, pero que no terminan de desarrollarse ni de aportarle a la trama general todo lo que uno suponía que podrían aportar. Gavin, Spot, Dixie, el abuelo de Spot y la bandita de las chicas vampiro, por ejemplo, pintaban para mucho más, y seguramente, si la serie hubiese continuado, habrían tenido más protagonismo en los futuros arcos argumentales. No pudo ser.
De todos modos, iZombie pasa a la historia como una serie realmente exquisita, no sólo porque el final está bueno, o porque Roberson logró entretenernos con una sólida interacción entre los personajes, sin bajarse nunca del tono de comedia ni siquiera cuando el mundo estuvo a punto de ser fagocitado por una criatura lovecraftiana. Por sobre todo eso, estuvo y estará siempre el dibujo del inmenso Michael Allred, prócer absoluto del Noveno Arte, que acá vuelve a dejar la vida en cada viñeta. Michael y Laura, su esposa y colorista, imponen su personalísima impronta y se salen con la suya: iZombie va a ser recordado siempre como uno de los grandes trabajos de Allred, más allá de que el guión no fuera suyo. El creador de Madman derrocha magia en cada viñeta, en cada detalle, y le saca un jugo alucinante (y finamente irónico) a la contradicción entre personajes jóvenes, cool y atractivos y su condición de zombies, vampiros, fantasmas o monstruos. Además del unitario que dibuja Rugg, hay un episodio de la saga central que Allred le habilita a un suplente de lujo, J. Bone, un gran dibujante muy en la línea de Bruce Timm y el Darwyn Cooke más zarpado, más pochoclero.
Y nada más. Ojalá esta serie hubiera seguido muchos números más, porque estaba buenísima. Y ojalá cuando empiece a leer FF me lo encuentre a Allred tan compenetrado con los guiones de Matt Fraction como lo vi acá con los de Chris Roberson. Gracias por la magia.

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