el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 21 de mayo de 2016

OTRAS DOS

Ahora que terminé con las novedades que nos ofreció el mercado editorial argentino durante 2015, me animo a clavarme la reedición de un clásico, en este caso a cargo de la editorial española 001 Ediciones.
Este primer tomo de Savarese reúne los episodios originales de la serie creada en 1978 por Robin Wood y Cacho Madrafina. Son las 12 primeras entregas de esta serie que se extendería por más de 10 años en las revistas de Columba y que está recopilada en libros hasta el final sólo en Italia. Acá podemos atestiguar el origen de Savarese, la muerte de su familia, su llegada a EEUU y recién sobre el final, sus primeros coqueteos con la idea de convertirse en agente de la ley y el orden.
Son historias tristes, desgarradoras, donde las situaciones crueles y violentas que narra Wood están prolijamente adornadas con una prosa sugestiva, con mucho vuelo, que apunta siempre a la emoción y nunca falla. Obviamente hay una abundancia de bloques de texto que hoy nos resulta casi alienígena, pero de alguna manera funciona. Las tramas son atrapantes y por supuesto está muy cuidado el desarrollo de este personaje joven, frágil, inexperto en todo (principalmente en ser feliz), al que Wood y Mandrafina convertirán, con el correr de los años, en un grosso de aquellos.
El dibujo es adusto y expresivo, está resuelto con muchos primeros planos y con una magia increíble a la hora de jugarse todas las fichas la claroscuro. Lástima la calidad de la reproducción (eterno problema a la hora de reeditar trabajos clásicos de Robin Wood) que no logra captar un montón de las sutilezas del trazo de Mandrafina, que acá se ve mucho más opaco y empastado que en otras ediciones.
Otro clásico que resistió bien el paso del tiempo es la maxiserie de los Inhumans, de Paul Jenkins y Jae Lee. Esto armó un lindo kilombito cuando salió allá por 1998-99 y leído hoy, por suerte sigue teniendo onda y sentido. Es una historia rara, bastante rupturista, que busca abordar la temática de los Inhumans desde una óptica muy distinta a la de las clásicas aventuras de los ´60 y ´70. Pero Jenkins se sale con la suya y logra revigorizar la mitología de Blackagar Boltagon y su familia.
La saga en sí está muy estirada, con episodios enteros que podrían tranquilamente no estar. En general, están compuestos por escenas de desarrollo de personajes, o de escenas que le sirven a Jenkins para describir aspectos de esta sociedad basada en la diversidad. La trama central, una clásica rosca política, casi sin margen para la machaca, se resuelve muy sobre el final, de modo para nada predecible. El dibujo de Jae Lee está bien. Esta es la obra en la que se decide a dejar de ser un clon de Leo Manco y buscar su propia identidad dentro del estilo Juan Carlos Flicker, que aún hoy lo tiene como abanderado. No esperes mucha plasticidad, ni muchos logros en materia de narrativa y puesta en página, pero por lo menos no es un artbook con textos encima.
Así que si sos fans de los Inhumans, seguramente te va a interesar bastante más que todos estos títulos que lanzó Marvel en los últimos años y que resultan tan difíciles de diferenciar entre sí y del resto de la línea heroica de la editorial. Con sus defectos y virtudes, los Inhumans de Jenkins y Lee no se parecían a nada de lo que editaba Marvel en ese entonces y eso le otorga a esta serie la chapa de haber propuesto un comic de autor dentro del mainstream (además de haber logrado nominaciones a varios premios en los que Marvel llevaba años siendo sistemática y merecidamente ninguneada).
Y tengo más material leído, pero estas dos reseñas me quedaron larguísimas, así que guardo para una futura entrada. Me despido, no sin antes confirmarles a los amigos uruguayos que nos vemos este finde, el 28 y 29 de Mayo, en Montevideo Comics.

3 comentarios:

Lobezno Narniano dijo...

Lástima que lo de Savarese se empantane con la grasada del empastamiento. Eso me la re baja, pero lo compraré igual. ¡Saludos!

Sergio Más Comic dijo...

Hablé con el editor de Savarese hace unas semanas y me contaba lo caro que les sale escanear, limpiar y tratar de poner decentes las páginas editadas por Columba para estos libros. Lo mismo, aman editar comic argento de todos los grandes maestros de estas pampas.

Diego Prósperi dijo...

Restaurar una historieta vieja desde escaneos de un añejo ejemplar deteriorado puede ser un trabajo digital por las herramientas con las que se lo aborda, pero tiene mucho de arte y de paciencia. Si bien nunca lo hice, tengo entendido que es un laburo chino. Así y todo, prefiero los altos contrastes y los bordes pixelados a los imprecisos y farragosos desenfoques del empastamiento. Pero me prestaron una vez un número de Savarese y me gustó mucho.