el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 6 de junio de 2016

ALGUNAS LECTURAS MAS

¿Y, cómo va todo? ¿Cómo los trata la Revolución de la Alegría? Yo acá, resistiendo con aguante y leyendo poco, porque como el bondi está muy caro, trato de ir a todos lados caminando.
Arranco con el Vol.2 de Fairy Quest, de los maestros Paul Jenkins y Humberto Ramos, con los majestuosos colores de Leonardo Olea (la reseña del Vol.1 apareció el 22/08/14). La verdad es que, una vez presentados los personajes y el universo en el que se van a mover, Fairy Quest empieza a avanzar a un ritmo más sostenido que en el primer tomo. Jenkins convierte a la aventura en una road trip, la historia de un viaje, lo cual le permite presentar una atractiva sucesión de personajes y peligros para que enfrenten Red y Mr. Woof. Este segundo tramo ofrece una linda combinación entre acción, desarrollo de personajes y exploración de universo (el universo de los cuentos de hadas, Wonderland, Oz, su ruta) y el único problema que tiene es que es mucho menos autoconclusivo que el Vol.1. Es un tramo de la historia claramente puesto en función de un plan más grande, más ambicioso, que por sí solo no me satisfizo demasiado. Para peor, salió en 2015 y desde entonces no se han publicado ni anunciado nuevas entregas de Fairy Quest, o sea que, si la saga queda trunca, este segundo álbum perderá el poco sentido que tiene. Ojalá eso no suceda porque es una gran idea para una serie creator-owned. Y además, aunque se vaya todo a la mierda, siempre nos quedarán los dibujos de Ramos y los colores de Olea, que son una belleza. Olvidate de los dibujos y los colores que vemos en los típicos comic-books mensuales. Esto tiene el vuelo, la complejidad, la belleza, el cuidado por los climas y hasta me animo a decir la poesía de los buenos álbumes europeos, de esos que tienen 56 páginas pero requieren un año de laburo. Si sos fan de Humberto, esto lo tenés que tener SI O SI.
Pour en finir avec le cinéma, el muy galardonado libro de Blutch, se editó en EEUU con el nombre de “So Long, Silver Screen” y como lo vi muy barato, me lo compré. Nada, un embole. Los dibujos son increíbles, como no podía ser de otra manera. Y hay secuencias grandiosas, donde Blutch da cátedra de narrativa, de armado de las secuencias y creación de los climas. Pero las historias en sí rara vez me atraparon. En general son como mini-ensayos de Blutch acerca de películas, cineastas o actores que le gustan, le llaman la atención o lo obsesionan. Y en el medio, la historia de una pareja en la que el tipo es un cinéfilo pasado de rosca y la mina no está demasiado bien definida. Hay muchas proezas gráficas, hay data que seguro no sabías acerca de películas clásicas (tanto de Hollywood como francesas e italianas), pero el conjunto no me terminó de cerrar. Disfrazámela como quieras, pero sigue siendo un francés hablando de cine, o sea… un moplo pretencioso, que te manda a dormir temprano. Si sos hiper-fan de Blutch, y estás decidido a comprarte TODAS sus obras aunque más no sea para gozar a lo bestia con sus dibujos, entrale. Si no, seguí de largo.
Una serie que en su momento se publicó en Skorpio y pasó bastante desapercibida fue Nuevo Mundo, de los inmensos Ricardo Barreiro y Enrique Breccia. Ahora conseguí la edición española y aproveché para releer esta saga protagonizada por la diezmada tripulación de una carabela que sigue a las de Colón y termina en tragedia. Como en Avrack (reseñada el 06/04/12), los sobrevivientes se ven perdidos en una tierra extraña, llena de razas y criaturas fantásticas, pero a diferencia de esa otra saga, esta no tiene final, ni ninguna explicación para ninguna de las bizarras peripecias que vive el capitán Vallejos, que es el único que llega vivo al último episodio. O por lo menos al último episodio publicado, porque dudo que los autores hayan planeado terminar la serie ahí. Acá (además de las dosis de violencia y sexo tan típicas de la producción de Barreiro de la segunda mitad de los ´80), hay bastante poesía, y -como siempre- el dibujo del Churrique asombra, emociona, cumple y dignifica. Si te quieren vender Nuevo Mundo como la gema fundamental de la historieta argentina, obviamente te están tomando por boludo. Pero –si bien es menor en el contexto de la obra global de sus dos autores- no es una mala historieta, en absoluto.
Tengo leído un broli más, pero lo guardo para la próxima. Nos vemos pronto.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo iba a decir algo de serpientes y penes, pero no lo hice porque no me quedó más material (y la noticia envejeció), sin embargo, la vida te da sorpresas. No conocía a la atretochoana eiselti, conocida vulgarmente como la "vibora/serpiente pene", luce exactamente como un pene. Miren chicas, espero que les guste, y attendi con el video que dura solo 16 segundos y luego salta a otro, no se pierdan esta criatura.

https://www.youtube.com/watch?v=mYfhxdCZ2ts

Diego Prósperi dijo...

A mí me pareció más loco esto, aunque al final haya resultado un artificio (según dicen los comentarios): https://www.youtube.com/watch?v=ZOMNqXMrCqg

Anónimo dijo...

Me hizo acordar a una escena de la cosa. Y a que hay que tener cuidado con la Coca-Cola.